Hombres, casos de la vida
real (ACQ2) (*Por Josué Quirós Arias)
Dramaturgia. Raíz Teatro: Estefan
Esquivel, Katherine LaPey Peytrequín Gómez, José Gutiérrez
Dirección: Katherine LaPey
Peytrequín Gómez
Fecha: Octubre 2025
Lugar: Teatro 1887
Agrupación: Raíz Teatro
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«¡Qué íntimo se siente identificarse con los
temas tratados por una obra de teatro!».
Esto es lo primero que pasó por mente mientras aplaudía hacia el final de
las dos puestas en escenas de A Calzón Quitao’ (AQC2) en su estreno en el
Teatro 1887 del Centro Nacional de la Cultura (CENAC): «Hombres casos de la
vida real» y «AAA». Los dos fines de semana que estas puestas estarán en el
corazón de San José es una buena oportunidad para apoyar el teatro producido en
el país, identificarse y reflexionar sobre temáticas tan comunes y que damos
por sentadas que ni siquiera buscamos expresar. Esta obra sin duda es un buen
espacio para ello.
Tuve
el placer de ser invitado por la directora de la obra, Katherine LaPey
Peytrequín Gómez, para apreciar esta producción de Raíz Teatro que se presenta
en el espacio del CENAC. Desde la primera fila de este teatro aún conservo
muchas ideas y emociones que experimenté durante la hora y media que estuve
observando esta obra pero que, para esta crítica, abordaré en tres aspectos que
resalto de la siguiente manera: el mensaje y la temática que ofrecen las
puestas en escena; el público y la mediación con la función; y la dirección
junto con la escenografía que hicieron importante aporte durante esta pieza.
Téllez
y Verdú definen la masculinidad de la siguiente manera: «[...] es un constructo
histórico y cultural, [...], las concepciones y prácticas sociales en torno a
este concepto varían según los tiempos y lugares. No hay un único y permanente
modelo de masculinidad válido para cualquier grupo social o para cualquier
momento [...]» (2011, págs. 85-86). Partiendo de esta noción psicosocial, queda
claro que la masculinidad es un
término tan amplio que es difícil para los teóricos científicos-sociales
definirlo con una cierta cantidad de palabras. ¿Qué pasa? Como seres
socioculturales hemos «logrado» asociar características específicas para el
término, por ejemplo: valentía, fuerza, poder, entre muchas otras que no veo
necesarias mencionar puesto que ya tenemos noción sobre estas.
Ambas
puestas en escena, «Hombres casos de la vida real» y «AAA», a su manera,
abordan esta noción. Ya sea desde una perspectiva identitaria o sexual, tanto
Daniel Murillo como Estefan Esquivel a través de sus interpretaciones, plasman
una dificultad y, aún más importante, una crítica hacia este término. ¿Qué es
ser hombre? ¿Qué significa ser masculino? ¿Quiénes deciden esto? ¿Por qué?
Preguntas iban y venían dentro de mi cabeza mientras veía a los mencionados
intérpretes hacer visual todas esas ideas que muchos de nosotros nos hemos
hecho en algún momento: descubriéndonos a nosotros mismo e intentando descifrar
hacia dónde vamos.
En
el contexto específico de Costa Rica, la masculinidad es todo un tema complejo.
El intérprete Daniel Murillo lo deja bastante claro a través de su actuación y
su crítica. Algunos estudios del tema en el país apuntan a que la noción
hegemónica de la masculinidad se encuentra sumamente polarizada, provocando que
se obstaculice el desarrollo tanto individual como grupal (Menjívar, 2017, pág.
161). Como sabemos, dentro de la sociedad costarricense, el tema del machismo
se encuentra muy cercano a la masculinidad y cómo la hemos construido; en la
obra de Raíz Teatro se ejemplifica de una forma muy veraz: aluden a frases
recurrentes que escuchan los hombres, acciones que son esperadas o demandadas,
formas de comportarse, de vestirse, de actuar, por mencionar algunas, que dejan
en evidencia la complicación existente ante dejar la masculinidad (asimismo, la
feminidad y otras expresiones de género) expresarse de la forma en la que cada
quien desee.
Sin
duda el mensaje que percibo de las dos puestas en escena es la ruptura de una
masculinidad frágil. Un constructo que, como costarricenses, parecemos
alimentar todos los días en la política, en el deporte y en los trabajos, por
hacer alusión a algunos ámbitos. ¿Por qué tenemos
que ser así? ¿Por qué debemos
de ser así? Esta producción de “LaPey” arroja una
«bomba metafórica» sobre no solo la situación actual del país en términos de
machismo y de identidad, sino una situación que viven miles de personas que se
identifican como hombres que se sienten presionadas ante un rol hegemónico del
que muchas veces no sienten encajar y que son discriminadas por la misma razón.
Esto
conduce a la segunda noción de la que quiero resaltar sobre la obra: el público
y su mediación. Desde el momento fuera del teatro hasta la finalización de la
puesta, el público se siente incluido no solo como observadores, sino como
partícipes dentro de una temática que les ronda cotidianamente. El acercamiento
a través de un diálogo coloquial, las acciones sencillas, los chistes
sugerentes y las referencias a un público nacional, sin duda son aspectos que
recalco de la mediación con las personas que estuvimos (estamos) en los
asientos. La recepción del público ante estos detalles, mediante risas o
aplausos que noté durante la obra, demuestran ese logro del objetivo que
Grajales-Acevedo y Posada-Silvia (2020) detallan como la relación
didáctica/pedagógica entrelazada con el quehacer dramático/teatral, en donde el
interés de la obra de teatro es enseñar, pero también hacer partícipe al
público. Esto sin duda no es una labor fácil: el público recibe y entiende el
mensaje para hacerse partícipe, con ayuda de la apertura que la producción de
Raíz Teatro nos permite.
Aquí
fusiono el segundo y el tercer aspecto que quiero destacar en esta crítica: el
factor partícipe del público con la labor de dirección y escenografía. Como
anticipé, Raíz Teatro nos abre la posibilidad de sentirnos incluidos y no
alejados del escenario; este factor apunta a un excelente trabajo de dirección,
puesto que la intencionalidad se denota con los pequeños detalles. La elección
de “LaPey” demuestra una finalidad de hacer reflexionar a las personas que
estamos en el público, de una forma activa y didáctica, también de visibilizar
un tema del que siempre se da por hecho, pero del que nadie se atreve a hablar.
En las dos puestas en escena se evidencia un compromiso entre “LaPey” con
Daniel y Estefan, lo cual evidencia su mutua colaboración para hacer
representación visual y temática tan impactante para quienes estamos desde las
butacas.
Destaco
lo creativa, sugerente e imaginativa que la escenografía se expresa en esta
obra: la excelente interpretación de ambos intérpretes vuelve a los objetos
invisibles en una forma de utilería que se hace visible en nuestras mentes. Los
objetos que Daniel utilizó estuvieron todo el momento dentro de mi memoria
visual de una forma muy fuerte, enfatizando la capacidad de imaginación que
cada persona puede tener. No se veía nada durante la escena, pero
definitivamente había algo ahí. Este es un recurso que destaco porque me
cautiva como espectador ante el uso de mi propia imaginación sugerente en
cuanto a la formación de objetos; ¿cómo puedo yo, como espectador, usar mi
conocimiento previo del mundo para darle forma a objetos que no están siendo
visibles sino solo sugeridos, para plasmarlos ahí en el momento de la puesta en
escena de este intérprete?
Como aporte final, apuntar a la frase inicial de esta crítica: «¡Qué íntimo se siente identificarse con los temas tratados por una obra de teatro!» que me remite a la forma en la que me relacioné con esta producción de Raíz Teatro. Los elementos mencionados me llevaron a conectar íntimamente con el sentido de reflexión que se quiere dar con esta obra. Los movimientos, las luces, las interpretaciones, los diálogos y las sugerencias hacen que uno como individuo observante de esta obra, se sienta representado e involucrado en un viaje hacia todo aquello de lo que damos por sentado, por lo que asumimos o con lo que nos conformamos y se da paso para que se hable, se sienta y se expresa. Esto es lo que esta obra de Raíz Teatro me hizo sentir.
Josué Quirós Arias, Historiador del Arte
Referencias
Grajales-Acevedo,
C. y Posada-Silvia, W. (2020). El trasfondo didáctico del teatro. Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos 16(1), 187-210. https://doi.org/10.17151/rlee.2020.16.1.9
Menjívar,
M. (2017). Hombres inventados. Estudios sobre masculinidad en Costa Rica y la
necesidad de nuevos supuestos para el cambio social. Diálogos Revista de Historia 8(1), 134-162. https://doi.org/10.15517/dre.v8i1.6165
Téllez,
A. y Verdú, A. (2011). El significado de la masculinidad para el análisis
social. Revista Nuevas Tendencias en
Antropología (2), 80-113. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5144996
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