Memoria
de Pichón
Dramaturgia:
Andy Gamboa
Dirección:
Andy
Gamboa
Fecha:
15
junio
2020,
20
hrs
Lugar:
Facebook
Live AGITEP
(https://www.facebook.com/Agitep-Asociaci%C3%B3n-de-Grupos-Independientes-de-Teatro-Profesional-382221185282319/)
Agrupación:
Hora
de inicio: 20:02 hrs
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Náuseas
y Empatía.
He
tenido la oportunidad de ver este espectáculo antes y después del
Covid19, así que quiero empezar diciendo que no hay comparación
entre ir a ver una obra de teatro en un espacio y verla transmitida
por medios digitales. Es que ni siquiera podría atreverme a tener
puntos de comparación, son dos lenguajes artísticos completamente
diferentes. El teatro es presencialidad.
En
general Memoria de Pichón tiene ciertos detalles importantes para
destacar:
Biodrama.
Es decir, se trata sobre poner en escena la vida de una persona a
través de un cuerpo real que interpreta emociones, sensaciones y
acciones propias de esa vida. El biodrama es un estilo teatral que
viene en auge aquí en Costa Rica, tal como lo ha venido trabajando
Raíz Teatro desde hace 3 años con su espectáculo A Calzón Quita´o
Vol1 (2017) y Vol2 (2019); biodramas que tratan sobre “temas tabú
o que mejor no se hablan para no causar incomodidad” y
que
Raíz Teatro los expone a través de historias reales puestas en
escena.
El
biodrama de Memoria de Pichón refleja
a la gran mayoría de familias costarricenses (hasta me atrevería
decir que a las familias en general). ¿Qué pasa cuando se cierra la
puerta de nuestras casas? ¿Cómo es nuestra vida familiar, esa que
no exponemos al mundo? Pues a través de Pichón y de Andy, conocemos
la realidad de su hogar que no se aleja a la realidad de muchos de
nosotros.
Lenguaje
coloquial. Andy se encarga de utilizar un lenguaje informal, así,
como el que usamos en nuestras casas, sin muchos adornos. Es un
lenguaje que entendemos perfectamente, tanto los más estudiados como
quienes no han tenido oportunidades académicas. Porque es un
lenguaje espontáneo, del día a día.
Música
nacional.
Como
directora teatral, siempre he sido muy precavida a la hora de
utilizar música en mis piezas teatrales ya que los derechos de autor
siempre me resuenan en la cabeza (y el corazón). Sin embargo, aquí
en Costa Rica no contamos con información clara, concisa y a la
mano; de cómo debemos proceder nosotros los artistas escénicos para
poder utilizar la música en obras de teatro. Consulté en ACAM
(Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica)
específicamente: ¿Qué tan cierto es, que hay un tiempo permitido
para usar una pieza sin pagar derechos de autor? Porque sí, he
escuchado “entre pasillos teatrales” varias versiones como: a) sí
se puede usar si es menos de x segundos, b)
es que no la usamos completa,
c)
es que no uso la pieza completa porque
además le hago arreglos; entre otras. En ACAM me respondieron a
través del chat de Facebook: “En ese argumento no hay razón. Todo
es directamente con el autor de las obras. Solamente
las obras de dominio público no exigen licencia cuando son
utilizadas. Si la utilización de una obra musical, aunque sea 15 o
30 segundos, con finalidad de lucro debe contar con licencia de uso o
bien el permiso del compositor.” (23
junio 2020).
Acciones
felices que encontré en esta ocasión:
La
valentía
de lanzarse a dar función en medio de una pandemia a través de la
virtualidad. Está
siendo duro, complicado (hasta doloroso) para nosotros los artistas
escénicos retomar nuestro trabajo. Así que es destacable
la faena que esta(mos) haciendo los colegas por seguir trabajando en
medio de esta pandemia por el Covid19.
Corporalidad.
La
corporalidad de Andy Gamboa en escena la agradezco, porque él
siempre se caracteriza por un muy buen dominio de su cuerpo para la
interpretación. Memoria de Pichón no fue la excepción; nos
comparte a través de su cuerpo, entre la danza y el teatro, la
historia tan inquietante
de Pichón y su familia. En ocasiones su cuerpo habla más que las
palabras.
Dirigirse
al público/cámara.
Teatro
a través de una cámara, no es teatro; es una forma de compartir una
puesta en escena pero no es teatro. Como lo dije al inicio, el teatro
es
presencialidad. Sin embargo agradezco que el intérprete se
dirigiera a la cámara tanto para hablar como para mostrar ciertos
elementos de la utilería/escenografía porque esto nos hacía
sentir, como ciberespectadores, parte del espectáculo; y sobretodo,
porque muchos elementos no se podían distinguir
bien desde lejos.
Precio
especial.
El precio especial para las personas que somos parte (o cercanas) de
AGITEP era un aliciente para no perdernos la oportunidad de ver la
obra, muy bien la gestión de la producción y de AGITEP para darnos
esta oportunidad. Gracias.
Acciones
no tan felices:
Movimiento
de la cámara.
Desde
el inicio de la obra, la cámara se movía constantemente, es más,
hasta se podía escuchar el sonido provocado por ese
movimiento. Este
detalle distrajo mucho la historia y la interpretación.
Sonido.
Lamentablemente el sonido no fue el mejor. Muchas veces no se
entendía bien lo que decía el intérprete. Por suerte, no estaba
lloviendo.
Narrativo.
El
biodrama por varios minutos fue muy narrativo, y solo en ciertos
minutos se lograba la acción dramática
para contar lo que sucedía en la historia.
Muchos
temas en poco tiempo.
Querer abarcar muchos temas en una sola puesta en escena, muchas
veces es un arma de doble filo. En Memoria de Pichón se habló de:
violencia
doméstica,
Pichón,
vida familiar, abuso, soledad, masculinidades, pérdida, luto; entre
otros temas. Y
todo esto se dice en un lapso de tiempo relativamente corto. Es
una obra de teatro que no es solo sobre Pichón.
Náuseas
y Empatía.
Las
náuseas fueron inevitables al ver Memoria de Pichón, tanto en vivo
como virtual, porque ese olor al maldito licor que destruye al ser
humano y a las familias no podía quitármelo de encima. Así que la
empatía se apoderó de mi desde el primer minuto , es
que
me sentí cercana a muchos de los temas tratados ya sea porque los he
vivido o porque los ha vivido alguien muy cercano.
¡Déjese
sorprender por el teatro! Vaya al teatro...al
menos virtualmente.
M.
Ed. Katherine LaPey Peytrequín Gómez
Directora
y Actriz, Investigadora, Docente, Bibliotecaria y Gestora Cultural
www.raizteatro.com
El
director,
nos
comparte:
1.
¿Cuánto fue el tiempo de ensayo (en meses y horas por semana)?
6
meses, 3 o 4 veces por semana durante dos horas cada día. Tres meses
en exploraciones para buscar tema, que la obra me hablara. Llevaba
música, vestuario, objetos que me evocaran a mi papá. Lo más
importante era explorar. Luego de eso, ya con pautas claras para
construir la dramaturgia. Me ponía objetivos en cada ensayo.
2.
¿Cuál fue el mayor reto durante el proceso de ensayos?
Poder
controlar la emoción, que la emoción no me llevara a otros
estadios. Rigurosidad de actor creador para darse cuenta cuándo es
demasiado o poco. Reto de enfrentarme a miedos, fantasmas. A mis
propios temores de cosas que quizá eran demasiado dolorosas de
recordar y de sacar esos trapitos al sol. El de enfrentar al actor
con el (o los) personaje(s). Esta confrontación fue lo más difícil
de sobrellevar para que no se volviera un espectáculo donde todo el
tiempo hay una catarsis o donde más bien pareciera un muro de
lamentos
3.
¿Qué es lo que más agradece del proceso de ensayos?
El que
encargues un personaje, lo evoques. Donde exista un exorcismo donde
aparezcan Pichón, Sandra, sus hijos y toda esa evocación te lleva a
un lugar. Es rico para el actor saber que pudo encarnar, representar,
trasladar y crear nuevos mundos. Qué maravilla que es el teatro que
te permite hacer estos viajes. Esto es lo que más agradezco.
4.
¿Cuáles fueron los principales temas de investigación para esta
puesta en escena?
No
sé si los puedo llamar como temas de investigación pero sí puedo
mencionar que hubo puntos importantes que traté de explorar en el
proceso de creación: los recuerdos que me marcaron, donde hubo un
antes y un después, donde siento que fui otro Andy cuando ese hecho
histórico pasó en mi familia. También los hechos históricos en mi
familia fueron importantes a la hora de crear. Y como intérprete
creador de la escena siempre pensaba en encontrar el equilibrio entre
la palabra, el silencio y la organicidad del movimiento.
Me gustó la puesta en escena, aunque fuera virtual agradecí que al menos fuese en vivo para experimentar el mismo viaje y al mismo tiempo con el actor y personaje. Una ventaja para mí como madre fue poder verla en casa sin tener que correr por ver con quién dejaba a mi hija para ir al teatro. Me identifiqué con muchos momentos de la historia y me dejó la sensación de querer saber más de la historia. No había viso el trabajo de Andy y me encantó. Con los derechos de autor que mencionas yo tampoco tengo claro ese tema, hay que darle seguimiento
ResponderBorrarHola Katherine, muchas gracias por el comentario! sí, en efecto esto de los derechos de autor es un tema que se las trae en nuestro medio teatral, porque no es sólo con la música, también es con los textos, con la dirección
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